Hay algo que quería contarte. Iba en el tren cuando te vi al otro lado de la vía, ahí quieta, sentada en el andén. Tú no me viste a mí porque estabas concentrada en la pantalla de tu móvil. ¿Le escribías a él? Es posible, no lo sé. Si hubieses levantado la vista y me hubieras visto, ¿habría cambiado algo para ti, para nosotros? Quizás sí... no se sabe. Estuve a punto de gritar tu nombre, pero no fui capaz. Ahora me arrepiento. Te hubiera invitado a un café o un té. Mi tren empezó a moverse y supe que aquel era el fin de nuestra historia y el principio de una nueva etapa de mi viaje. Te echo de menos y ojalá no te dé pereza responderme alguna vez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario